Asumir la candidatura a la Secretaría General, supone todo un reto, pero no personal, sino común, ya que asumo esta candidatura a la Secretaría sencillamente como una más, un engranaje más de un grupo en el que unas trabajaremos de forma visible, y otras de forma no tan visible. Este proyecto, con el que queremos dar un giro a la FETAP, es muy ambicioso, y propone un trabajo comunitario y una búsqueda de rentabilizar recursos, tanto los que ya disponemos, como otras propuestas que iremos sencillamente debatiendo con todos y todas, pues creemos firmemente en la escucha a los sindicatos, a la base, y a las realidades que no son estancas, sino que van cambiando tanto o más que nosotros mismos y que debemos ir adaptando. Este último año nos hemos visto en situaciones totalmente desconocidas, y ya hemos tenido que asumir circunstancias especiales, que hemos afrontado, y es momento de mirar de frente las nuevas herramientas que ya disponemos y otras que podemos comenzar a utilizar. Este año también ha hecho que nos planteemos que es momento de recuperar un espíritu comunitario, una Transformación Social evitando olvidar nuestro espíritu anarquista, en el que debe primar la igualdad y la unión para una vuelta al sindicalismo de calle, y la alianza con otros sectores como el de Sanidad, Educación, etc, para una mejora en la consecución de la realización de necesidades conjuntas, y por supuesto en la solución de problemas comunes.

Puedo ser más extensa, pero prefiero sencillamente comprometerme a ser honesta, y a trabajar con este gran equipo que apuesta por la transparencia, y la participación como objetivo prioritario. Hemos intentado agrupar tantos territorios como hemos podido, y con eso queremos que se vea el deseo de que absolutamente todos los sindicatos cuenten en la FETAP de la misma forma. Me pongo a vuestra disposición, con toda la ilusión posible, esperando conseguir los objetivos deseados, pero también asumiendo que si no se consiguen, o hay errores en el camino, siempre se puede parar y ser lo suficientemente humildes para reconocer el error, disculparnos siempre que sea necesario o deseable, y reconducir nuestro camino.

Recibid un abrazo fraternal y libertario. ¡Salud!