El Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2024 se sitúa en 1.134 euros mensuales distribuidos en 14 pagas, con lo que acumula un incremento del 54% desde el año 2018, cosa que celebramos efusivamente.
Mientras que nuestro querido ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública habla de alcanzar la excelencia, atraer el talento de la empresa privada y cuatro chorradas semejantes, nos encontramos con la dura realidad: las subidas del SMI, unido al ritmo de pérdida de poder adquisitivo de más de un 20% en los últimos 15 años que sufrimos en Función Pública, va a conllevar que en poco más de un lustro el SMI aparezca y sea de aplicación para los niveles más numerosos. Los grupos C2 y D tienen un sueldo base absolutamente indecente y que supera de milagro el SMI a base de complementos y antigüedad, lo que repercute de forma directa y salvaje a las prestaciones por desempleo, en el caso de los temporales, y a las pensiones de jubilación, en el caso de los fijos.
Claro que mientras las compañeras y compañeros elijan como representantes sindicales a entes que se financian en gran medida de las arcas públicas, vía subvenciones y formación, está claro que éstos no cumplirán con su función, ni os defenderán de tropelías como esta.
Por ello, ELIGE CGT