El mito: En el sector público no hay discriminación por razón de sexo. Cualquier persona puede acceder al empleo público mediante pruebas selectivas objetivas e iguales para todas ellas.
La realidad: Muchas pruebas en procesos selectivos del sector público ocasionan discriminaciones indirectas sobre las mujeres.
Estas discriminaciones son más difíciles de detectar porque se utilizan criterios aparentemente neutros, pero realmente provocan efectos desfavorables sobre las mujeres, especialmente en procesos selectivos para puestos tradicionalmente masculinizados.
Para evitar este tipo de discriminaciones, desde CGT tenemos que exigir un análisis del impacto de género de las pruebas de acceso al empleo público. Hay que recordar que la aprobación de convocatorias de pruebas selectivas para el acceso al empleo público deberá acompañarse de un informe de impacto de género, según la L.O. 3/2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.
Para ello, además es fundamental contar con la presencia equilibrada de mujeres y hombres en los tribunales de selección y valoración, y formarlas en materia de igualdad, así como revisar desde la perspectiva de género todos los elementos que intervienen en el proceso de selección (requisitos, baremos, pruebas…) garantizando la eliminación de cualquier discriminación indirecta por razón de sexo. En este sentido hay que prestar especial atención a la pertinencia o no del establecimiento de pruebas físicas dentro de los procesos de selección, pues es un factor importantísimo que puede discriminar a las mujeres, habría que establecer pruebas físicas únicamente cuando estén conectadas con las tareas a desarrollar y estableciendo SIEMPRE baremos diferenciados por sexo.
Por ello, en la Administración Pública y en general en el sector público, no solo hay que vigilar que se cumpla con la eliminación de posibles elementos que ocasionen una discriminación directa en el acceso a la función pública -como la garantía de no discriminación por razón de embarazo o parto-, sino la comprobación de que el proceso de selección o promoción no ocasiona discriminaciones indirectas.
Por eso, tenemos que seguir luchando por la eliminación de la discriminación sexual en el trabajo, la dificultad sistémica en la conciliación laboral aboca a las mujeres a las reducciones de jornada, de salario y a la temporalidad, condenándolas al suelo pegajoso que afecta finalmente a las pensiones.
El próximo 8 de marzo nos movilizamos una vez más en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Este año, ponemos en el centro la lucha contra la explotación de los cuidados, pilar invisible del sistema capitalista y patriarcal. Sin nosotras, sin nuestro trabajo, la vida se paraliza.
Llamamos a toda la afiliación, delegadas, secciones y sindicatos de CGT a sumarse activamente a las acciones y movilizaciones, así como el apoyo a la HUELGA en los territorios donde está convocada (Baleares, Catalunya, Andalucía, Ceuta y Melilla).
Los cuidados son un conflicto laboral: el 90% del trabajo de cuidados recae sobre mujeres y personas de identidades feminizadas. Si este trabajo fuera valorado, representaría un 40% del PIB, costos que el Estado y el sistema capitalista no están dispuestos a asumir, empujándonos a hacerlo a bajo costo o gratis, muchas veces en condiciones de explotación, sin derechos, sin contratos. Queremos denunciar a quienes se lucran de esta precariedad: ETT’s, empresas de interinas, grandes corporaciones, administraciones públicas y residencias.
¡Se acabó ser invisibles y precarias!
¡Es el momento de demostrar nuestra fuerza!
Sigamos luchando. ¡Nos vemos en las calles!
- Acude a la manifestación convocada en tu territorio con motivo del 8M.
- Y si eres delegada o delegado sindical, sigue luchando para implementar medidas que corrijan las desigualdades entre hombres y mujeres en el empleo público.
Secretaría de las Mujeres de la FETAP