Una investigación de CGT revela que tanto la directora del Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) como el director de la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) añadieron a sus retribuciones fijadas por los Presupuestos Generales del Estado cerca de 30.000 euros anuales en concepto de productividad, dietas y gratificaciones extraordinarias.

 

Si en el año 2020 sus retribuciones fueron de 90.404,41 euros, en 2021 se incrementaron hasta los 97.871,64 euros para la directora del INSS y 97.826,10 en el caso del director de la TGSS, lo que supone un aumento del 8,25%. Pero en 2022 aún crecieron más (un 4% adicional) para alcanzar un total de 101.764,50 euros, tal y como hace público el Portal de Transparencia de la Administración General del Estado, lo que representa una subida del 12% en sus nóminas en apenas dos años.

Por poner en contexto los números, se trata de unos ingresos adicionales que en 2021 rozan los 30.000 euros (29.525,19), cuya razón y cuantía no son justificados en modo alguno y que superan por sí solos, por ejemplo, el salario medio anual de los trabajadores en ese mismo año: 29.215,20 euros según los datos de Instituto Nacional de Estadística.

Hay que recordar, además, que La ley 11/2020 de los Presupuestos Generales del Estado fijaron en tan solo un 0.9% el crecimiento de las retribuciones del personal al servicio del sector público y la masa salarial del personal laboral para 2021 con respecto a los vigentes en 2020.

Suma y sigue

Las cifras no dejan lugar a dudas. Las retribuciones del año 2021 para un Dirección General eran de 14.363,28 € (en concepto de sueldo) más 15.126,72€ (complemento de destino) y 26.170,00 € (complemento específico), lo que arroja un montante de 55.660 euros.

A eso hay que añadir las pagas extraordinarias (6.560,62 sin incluir el complemento específico, según establece el artículo 26.2 de la ley 51/2007) y, en el caso de la directora del INSS, los 6.185,80 € que le corresponden por sus diez trienios de servicio.

El total de estos conceptos es de 68.346,45 €, por lo que aún faltan los 29.525,19 que engrosan la nómina final de la directora durante 2021. Una cifra que se logra a cuenta de sumar a su ya elevado salario miles de euros adicionales en productividades, gratificaciones extraordinarias y dietas, en una institución definida por sus carencias de plantilla y el deterioro de la atención a la ciudadanía.

Sobre los subterfugios utilizados para incrementar las nóminas a base de complementos opacos y desproporcionados, CGT ya obtuvo una resolución favorable del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno al denunciar la falta de información sobre su cálculo en 2020 y el primer semestre de 2021. Las entidades que dirigen estos altos cargos incumplen sistemáticamente los mínimos parámetros de transparencia recogidos en la Resolución 13/98 sobre productividades. Ante las peticiones de información elevadas por CGT, cuando no se niegan o ignoran, la respuesta es ocultar las cifras concretas bajo códigos que impiden identificar al receptor final de esos ingresos. Una práctica que hurta así a la ciudadanía las necesarias explicaciones al respecto.

Complementos sin justificación

Por otro lado, no son de extrañar las dificultades para justificar tan elevados ingresos a cuenta de conceptos como el de productividad. Hay que recordar que, durante el periodo analizado y bajo la responsabilidad de la actual directora, el INSS ha visto aumentar exponencialmente el número de quejas de la ciudadanía por cerrar los CAISS y no ha renovado la encomienda de gestión de atención telefónica del IMV, dejando sin atención a más de 600.000 personas con respecto a 2020.

También sobre la gestión del organismo, el informe anual del Defensor del Pueblo ha reflejado las demoras en la resolución y pago de las prestaciones por nacimiento y cuidado de menores, las incidencias en la tramitación y la resolución del IMV y otras circunstancias anómalas, como denominar un simple buzón de correo electrónico con el eufemismo de “Administración Electrónica”, y un largo etcétera de situaciones que, paradójicamente, en lugar de ser corregidas se premian con más que generosos complementos por productividad.

Por todo ello CGT ultima, entre otras acciones, acudir a la Justicia para denunciar la falta de transparencia en la concesión de estos complementos opacos a altos cargos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.