La reclamación presentada por CGT consigue que el Consejo de Transparencia inste al INSS (y en consecuencia a los demás organismos) a que nos remita el listado de productividades y gratificaciones. Extensible a los criterios de distribución, durante el año 2020 y primer semestre del año 2021, de las modificaciones de las RPT durante ese mismo período y las comisiones de servicio con la identificación de la persona que las ocupa.
Tras un largo proceso de más de un año de escritos, contestaciones y denuncias, la CGT ha recibido una resolución que es satisfactoria para esta organización y para el colectivo en general.
Sin necesidad de profundizar demasiado, las razones para que estas informaciones sean públicas son muy sencillas: abogar y respetar el derecho legítimo de los trabajadores y trabajadoras a conocer los criterios que afecten a sus retribuciones y su movilidad; lograr una Administración transparente, con criterios objetivos y no discriminatorios; y unas relaciones laborales que se basen en los principios de igualdad, mérito y capacidad. De esta manera, se garantiza el derecho del personal a poder hacer aquellas reclamaciones que consideren oportunas ante aquellos actos administrativos que consideren lesivos, como pueden ser el reparto de productividades, conocer su RPT o poder solicitar una comisión de servicio. Todo lo demás deja al personal en una situación de indefensión.
Todo esto se incumple de manera generalizada en la AGE y, por lo que nos afecta, en el ámbito de la Seguridad Social. Resulta frustrante la falta de respeto por los trabajadores por parte de las Dirección General de SS y sus gestores, que lo que parecen pretender es que se perpetúe una Administración del siglo XIX con actitudes de “yo mando” y sin necesidad de dar explicaciones por sus actuaciones basándose estas en el secretismo y la arbitrariedad.
Quizás puede parecer un enunciado muy duro, pero define perfectamente las relaciones laborales en la Seguridad Social, con comisiones de servicio que se mantienen durante más de diez años, personal que nunca recibe la productividad mejorada, y que, por no conocer, no conoce ni sus criterios. Una vez tengamos los listados los vamos a analizar y, como es nuestra práctica habitual, lo vamos a difundir a la plantilla para conocimiento general. Tenemos la seguridad de que se van a ver datos escandalosos en cuanto a las modificaciones de las RPT. Eso sí, ahora que podemos, otros dirán que no lo sabían, en fin.
Por ejemplo, la Dirección General del INSS, pasó de tener dos vocales asesores a tener cuatro, es decir, los duplicó (por cierto, la TGSS los cuadruplicó). Ya nos gustaría que se hubiera duplicado la plantilla en los CAISS, en tramitación o en el IMV, pero no, lo que demandaba la situación en plena pandemia, era tener dos vocales asesores más, con un nivel 30 y un complemento específico de más de 20.000€. Y por supuesto, no ha salido ninguna resolución en el BOE, por eso no gusta la transparencia, para hacer todo tipo de “es por mi bien”.
Los argumentos datos por las Direcciones Generales para no entregar a CGT esa información son peregrinos, pero destacamos la argumentación de que CGT no está en la mesa de negociación para no darle los criterios de la productividad y las gratificaciones. Estas Direcciones, desconocen la diferencia entre la capacidad de negociación -que había que hablar largo y tendido, debido a la ingeniería sindical creada por el sistema y mantenida por este Gobierno y con el apoyo de las grandes centrales sindicales- y el derecho a la información.
Este derecho debería ser más amplio que el de las organizaciones sindicales, debiendo llegar a la plantilla sin un amparado régimen de apartheid sindical.